Características generales de la intervención educativa en autismo:
¿Qué enseñar?:La Psicología del desarrollo del niño normal
es hoy la base más eficaz para encontrar esos objetivos. Por
tanto, el estudio, descriptivo y explicativo, de cómo el niño normal
va construyendo, en interacción con las demás personas, su conocimiento social
es un tema de obligado conocimiento para quien tenga que
planificar la intervención educativa de alumnos con autismo.
¿Cómo enseñar?:La tecnología surgida de la Teoría del Aprendizaje, la
tecnología conductual, la Teoría de la mente, en sus desarrollos actuales,
sigue siendo la herramienta válida para la enseñanza de
estos alumnos. La necesidad de estructuración y de
sistematización de las unidades de enseñanza es algo básico para que el alumno
con autismo
pueda aprender.
¿Para qué enseñar?: La respuesta a esta pregunta es obvia. Como en
cualquier
contexto
de enseñanza se trata de favorecer el máximo desarrollo
personal
para conseguir la mayor calidad de vida posible.
El objetivo
central
de la intervención en el alumno con autismo es la mejora de su conocimiento
social
y la mejora de las habilidades comunicativas sociales, así como lograr
una conducta autorregulada adaptada al entorno.
En segundo
lugar, el contexto
de aprendizaje
más efectivo es aquel con un grado importante
de estructuración, tanto mayor cuanto menor es la edad o el nivel de
desarrollo. Podríamos decir que la intervención ha de recorrer
el camino que va desde un grado alto de estructuración (con numerosas claves
para favorecer
el aprendizaje) a la desestructuración programada paso a paso, y de acuerdo
al nivel de desarrollo- que es más cercana a los entornos naturales sociales
(en donde las claves son, como recordaremos, sutiles, complejas, pasajeras y
variadas).
En tercer lugar, se ha de perseguir en cualquier
aprendizaje
la funcionalidad del mismo, la espontaneidad en su uso, y la generalización, y
todo ello en un ambiente de motivación. Por esto, la
educación del alumno con autismo
requiere una doble tarea: hay que enseñar la habilidad, pero también hay que
enseñar su uso, un uso adecuado, funcional, espontáneo y generalizado.
Por último, el mejor sistema de aprendizaje
para el alumno con autismo es el de aprendizaje
sin error, en el que en base a las ayudas otorgadas, el niño finaliza con éxito
las tareas que se le presentan. A continuación, y poco a poco, hay que lograr
el desvanecimiento progresivo de las ayudas hasta los niveles mayores posibles,
que estarán en relación al nivel de desarrollo
cognitivo.
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